“Su visión se aclarará solamente
cuando usted mire en su propio corazón.
Quien mira hacia afuera, sueña;
quien mira hacia adentro, despierta”
Carl Gustav Jung (1875 – 1961)
“Mas cuando amar ya no intente
porque mi cuerpo apagado
vuelva a la tierra absorbente:
todo será devorado,
pero no el amor ardiente
de mi polvo enamorado”
Elías Nandino (México, 1900 – 1993)
De “Amor sin muerte”
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Foto de Max Ovcharenko en Unsplash |
Porque buscar refugio en la razón, en lo tangible, en lo que nuestros sentidos pueden reconocer, en consumir y en competir, es fruto de nuestro enorme miedo a vivir, a morir, a ser ignorados, a no ser amados. Y en especial, a nuestro pánico a amar sin ser amados. Esta opción es una alternativa que ciertamente nos aleja del dolor de la decepción pero que nos acerca a la frustración de la continua renuncia. ¡Desgarradora opción…!
Esta humanidad que vive en sociedades supuestamente desarrolladas, y sin embargo tan equivocadas, comprenderá algún día que la luz está dentro de nosotros, pero que no puede ser vista con los ojos de la razón. Y comprenderá que nuestra luz solo es una luz más entre millones y millones de luces más. Una luz que apagamos al renunciar a vivir lo que realmente somos, al ser vencidos y sometidos por el miedo.
Tan apegados estamos a lo material que nuestro espíritu parece algo mágico y engañoso. Y, sin embargo, es la luz y el camino a la verdad suprema, al amor que todo lo inunda, al viento que nos guía suavemente hacia nuestro auténtico destino. Lo cierto es que esta magia nos hace volar, y en ese vuelo encontramos el amor, el único que realmente puede ser llamado así.
Somos seres de luz, como seres de sombras también somos. En nosotros viven ambas realidades, pero solo nosotros elegimos cuál de las dos nos definirá. En nuestras manos llenas de vida queda todo… ¡Seamos, pues, sobre todo luz!
Emilio Muñoz
Pensar y sentir
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)
(por Ólafur Arnalds)
Hermosa prosa, me considero un ser de luz, quiero dar lo mejor de mi sin dañar a otras personas.
ResponderEliminarEscribes maravilloso, tú irradias luz
Besos