“La muerte es un desafío. Nos dice que no perdamos el tiempo...
Nos dice que nos digamos ahora mismo que nos amamos”
Leo Buscaglia (1924 – 1988)
“No es posible amar e irse. Deseará que así sea.
Puede transmutar el amor, ignorarlo, confundirlo,
pero nunca podrá apartarlo completamente de sí misma.
Sé por experiencia que los poetas tienen razón:
¡el amor es eterno!”
Edward Morgan Forster (1879 - 1970)
El ser humano, cuando no es dañino, se sumerge obstinadamente en el absurdo. Tan dilatada es nuestra vida que creemos que podemos pasar por ella de puntillas, sin dejar huella, sin aprovechar la belleza del momento o sin construir hermosas posibilidades poco a poco. Aún es peor cuando, pletóricos de autocomplacencia, nos engañamos al creer que vivimos lo mejor que se puede vivir. ¡Temprano nos rendimos!
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| Photo by Prateek Gautam on Unsplash |
Nos dirigimos hacia la muerte como si la muerte nunca fuera a llegar. Pasmos días enteros sumidos en rutinas que no nos aportan nada. Al llegar a la edad adulta nos convertimos en puros supervivientes que se conforman con no sufrir. Y aún es peor cuando el miedo a la vida y al propio ser humano se apodera de nosotros y nos hace buscar jaulas en las que encerrarnos y protegernos, dejando pasar la vida sin que se detenga en nosotros para regalarnos su encanto. Eso sí, para no sentirnos culpables de nuestra cobardía, nuestra mente nos hace creer que el mundo es mucho más peligroso de lo que realmente es, o nos engaña mostrando una hermosa morada donde solo hay rejas.
La vida es lo que nos ocurre en cada momento, y es también lo que vamos sembrando en cada instante para que algún día podamos recoger sus dulces frutos. Vivir es amar. Y renunciar a vivir el amor que sentimos es renunciar a la propia vida, pues el amor es el máximo bien, la suprema belleza, lo que realmente hace que la vida merezca la pena ser vivida. No podemos desaprovechar ni un solo segundo de nuestro tiempo en vivir aquello que amamos, sea lo que sea.
Y no olvidemos que con el paso de los años, nuestra alegría solo será posible si hemos vivido el amor que cada día sentimos. Y la tristeza inundará nuestra alma si nuestra vida fue una continua renuncia a esos amores que llevábamos en nuestro pecho. Y no contará nada el amor que sentimos si no fue compartido y regalado.
Solo nosotros decidimos…
Emilio Muñoz
Cosas del más acá
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
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B9 – Memories
(por B9 – Tema)
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