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lunes, 12 de mayo de 2025

VITA VITAE - 4. AMOR Y SENSIBILIDAD…


“Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan...
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces....”

Dulce María Loynaz (Cuba, 1902 – 1997)
De “Amor es…”


“Te amo y soy joven, huelo a primavera..."

Juana de Ibarbourou (Uruguay, 1892 – 1979)
De “Como la primavera”


Foto de Cris Trung en Unsplash
El amor es primavera… Y el amor, vivido desde la inocencia, el entusiasmo de la llegada de la primavera, es la alegría de vivir, es la razón misma de existir, la felicidad ilusionada y, a la vez, serena. Una felicidad que, es cierto, también puede amanecer gravemente herida por la realidad pero que lleva en su entraña el bálsamo y la luz de la sanación. Allá donde el amor se alía con la inocencia, da lugar a un luminoso existir, a una excitación difícil de explicar, a un amor inigualable, inalcanzable. Auténtico éxtasis…

El amor es un sentimiento de profundidades. La inocencia es un estado que solo puede surgir desde la más sincera autenticidad, desde lo más profundo y expuesto de nuestro ser. Amor y sensibilidad remiten a un ser que nace y se extingue en sí mismo, abarcando todas las realidades desde su misma esencia.

Hace poco más de dos meses dejaba escrito, en un poema publicado en otro blog, lo que considero que es el rastro que persigo, y esencia de vida. Una esencia inmutable, invariable, que permanece alojada en el alma toda vida, y que aflora impetuosa mientras no renunciamos a ella, mientras no nos avergonzamos de su existencia, y no la mantenemos oculta hasta olvidar que, en síntesis, en ella se resume nuestra verdadera identidad. ¡Divina inocencia!

¡Insisto! ¡Insisto! ¡Insisto! No dejo de insistir en la importancia de la sensibilidad. ¡Es la clave! Es la llave maestra para deshacer todos los nudos gordianos que asolan a la humanidad. Y es la llave maestra para la felicidad individual. Y no se trata de vivir algo que no se siente, que eso sería una falsedad. Se trata de no coartar la sensibilidad que forma parte de cada uno, sin avergonzarse, sin ocultarla, sin anularla… Lo dejo escrito o lo insinúo de muy diferentes maneras tanto en mis pequeños ensayos como en mis poemas.

Y esa sensibilidad es el tesoro más preciado que busco en cualquier ser humano. Por ejemplo, como expresaba en este poema publicado en otro blog:

“Es ahí donde busco
los etéreos rastros
de tus esencias.
Allá donde nadie mira…
Allá donde nadie más que yo
te encuentra.”


Emilio Muñoz
(De “Te busco…”, 2025)


Al contrario de los caminos que nos atraen en estos tiempos, el camino del amor y la inocencia nos reclama la lentitud, abrirnos a las infinitas sensaciones que nos convocan, desde fuera y desde dentro (todo uno), dejarnos llevar por las emociones tal y como surgen, meditar sobre lo patente y sobre aquello que se diluye en el laberinto de lo aparente… y ser. Ser esencia pura… agua cristalina recién nacida en el manantial de la vida.

Amor y sensibilidad para vivir plenamente desde uno mismo…


Emilio Muñoz
Pensar y sentir

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Christopher Galovan – memoriae
(por Christopher Galovan)



miércoles, 7 de mayo de 2025

EL DESPERTAR…


“Su visión se aclarará solamente
cuando usted mire en su propio corazón.
Quien mira hacia afuera, sueña;
quien mira hacia adentro, despierta”

Carl Gustav Jung (1875 – 1961)


“Mas cuando amar ya no intente
porque mi cuerpo apagado
vuelva a la tierra absorbente:

todo será devorado,
pero no el amor ardiente
de mi polvo enamorado”

Elías Nandino (México, 1900 – 1993)
De “Amor sin muerte”


Del vídeo (Jon Hopkins, Forever Held)
En nuestra agobiante necesidad de seguridad nos convertimos en seres que aman lo tangible, y nos refugiamos en lo que la ciencia y la razón pueden probar. Es tan estrecho ese margen de actuación que para sentirnos bien nos conformamos con ser mejor que los demás o brillar como nadie antes ha brillado: un camino que lleva a la autodestrucción. Pero la competitividad se ha apoderado de nuestra vida, y en lugar de mejorarla, la ha empeorado mucho más.

Porque buscar refugio en la razón, en lo tangible, en lo que nuestros sentidos pueden reconocer, es fruto de nuestro enorme miedo a vivir, a morir, a ser ignorados, a no ser amados. Y en especial, a nuestro pánico a amar sin ser amados. Es una opción que ciertamente nos aleja del riesgo de la decepción pero que nos acerca a la frustración de la continua renuncia.


Esta humanidad que parece tan equivocada comprenderá algún día que la luz está dentro de nosotros, pero que no puede ser vista con los ojos de la razón. Y comprenderá que nuestra luz solo es una luz más entre millones y millones de luces. Una luz que apagamos al renunciar a vivir lo que realmente somos y deseamos, al ser vencidos y sometidos por el miedo.

Tan apegados estamos a lo material que nuestro espíritu nos puede llegar a parecer algo mágico y engañoso. Y, sin embargo, es la realidad más auténtica y el camino más directo a la verdad suprema, al abrazo que todo lo sana, al amor que todo lo inunda, al viento que nos guía suavemente hacia nuestro destino…

Somos magia. Una magia que nos permite volar. Si tenemos el valor de iniciar ese vuelo encontramos el amor, y nos convertimos en abrazo.

Somos seres de luz, si bien en nosotros viven sombras que no nos pertenecen. Solo nosotros elegimos cuál de las dos realidades nos definirá.


Emilio Muñoz
Pensar y sentir

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)



Jon Hopkins - Forever Held
(por Jon Hopkins)