“Greta Godoy decide cerrar su cuenta de instagram cuando llega a los
dos millones de seguidores. Guiada por un deseo incontrolable de volver
a conectar consigo misma, de recordar quién era ella antes de entregar
su vida a todos aquellos “fans” que la llevaron al éxito”
Berta Bernad
Sinopsis de su libro “Mi nombre es Greta Godoy”
Esta obsesión por ser “influencer” (algo así como “líderes de opinión y tendencias”, ¡pero de cualquier cosa que no requiera pensar mucho!), o lo que es lo mismo, por alcanzar la gloria de tener miles y millones de seguidores, no radica en la tecnología, ni en las redes sociales. Es una gran hipocresía culpar a una herramienta que no tiene vida de los problemas que se derivan únicamente de la forma en que utilizamos esa herramienta.
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Photo by Gabriel Benois on Unsplash |
Si a un joven no se le ofrece la posibilidad de dar sentido a su vida, si no sabe de valores dignos y de principios éticos, solo se sentirá seducido por llegar a ser algo importante para un número importante de personas. En lugar de hacer de sí mismo un ser humano completo y digno, se preocupará de ser alguien aceptado y admirado a cualquier precio.
Si queremos un mundo mejor para nosotros y para las generaciones futuras debemos orientar nuestros actos a hacer de nosotros mismos, y de nuestros jóvenes, seres íntegros, individual y socialmente. Debemos fomentar los valores que, desde la humildad, nos convierten en mejores seres humanos, más cultos y más creativos, por el simple placer de serlo y por el goce de compartirlo desde la igualdad. Sin olvidar que no habrá futuro si no conseguimos conservar nuestro maravilloso entorno natural y si no hacemos realidad un mundo más solidario.
“Marcada por la historia de tres hombres que le ayudarán a descubrir quién es
ella realmente, Greta experimenta un viaje apasionante donde descubre
el verdadero significado del amor, la autoestima, la humildad y la intimidad”
Berta Bernad
Sinopsis de su libro “Mi nombre es Greta Godoy”
Emilio Muñoz
Cosas del más acá
P.S.: Ha sido hoy mismo cuando he tenido conocimiento del libro de Berta Bernad, basado, por lo que he podido entender, en la experiencia de la propia autora. Hoy mismo he conocido el tema musical con que acompaño esta entrada, titulado “Lo que la vida está intentando enseñarte”. Viene muy al caso, porque soy de los que cree que la vida está constantemente enseñándonos de todo. Pero, como si se tratara de una radio, hay una emisora de la vida especialmente enriquecedora que podríamos llamar “Aprender a vivir”, que nos intenta enseñar de todo aquello que necesitamos para vivir de forma sana y natural, sin complicaciones artificiales (a las que somos tan propensos los seres humanos). Lo malo es que tenemos que tener sintonizada esta emisora y ser lo suficientemente avispados como para aventar la paja del grano: la vida nos da de todo pero, sabiamente, no nos lo pone fácil.
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(original autentificado)
(por Ambient)
Las redes sociales nos roban vida, ya no es una necesidad de comunicación, es una adicción que nos separa del roce de una mano, porque ese es precisamente el problema, la pérdida de ese contacto humano que nos lleva a la búsqueda de mitigar la soledad en nuestras sociedades.
ResponderEliminarUn abrazotote, maestro
Estoy un poco de acuerdo o casi totalmente con lo que ha dicho Entre palmeras.
ResponderEliminarPero es verdad, que el avance de la tecnología, no sólo redes sociales, que son una expresión de ésta,el avance imparable de la tecnología y de las " autopistas de la comunicación- información, ( no sólo redes sociales) han cambiado las normas de todo, ...
para todo ya se usa internet...
...
no sólo para tener " redes sociales", sino para comprar, reservar un hotel, apuntarse a un curso, ver qué libros leer.
No son malas en sí mismas como tú dices las redes sociales, son una consecuencia de cambios más profundos , como los que has apuntado en tu post.
Besos.
Me enrollé mucho en mi comentario.
No sé cuántos caracteres se pueden poner.
" autopistas de la información" ...
ResponderEliminarse cierran comillas.
Me alegró volver a leerte.
Un abrazo.
Me gustan tus reflexiones.