“El silencio es el sonido más fuerte que existe”
Lao Tse (s. VI aC)
No pienses…
Para un incurable curioso y crítico, como es mi caso, entregado a la continua reflexión, esta proposición (ekki hugsa, en islandés, de donde es originario Ólafur Arnalds, autor del tema músical que acompaña esta entrada) es todo un reto, aparentemente imposible de cumplir.
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Sigo a Ólafur desde hace ya bastantes años, al que considero un genio de la composición. Un genio con espíritu de descubridor y aventurero. He seguido su evolución musical, y creo haber entendido cómo ha integrado la tecnología en su creación musical. Su tema “ekki hugsa” (“no pienses”), lo refleja a la perfección, e intuyo que su sonoridad, regular, repetitiva y mecánica, le ha llevado a realizar su video en una nave industrial, así como a ponerle ese título, que parece apelar a nuestra más inerte y robótica mente.
Y sin embargo, me temo que es justo lo contrario. Pues lo mismo que la mente y el pensamiento nos hacen libres, a la vez nos someten a la tiranía de la razón. La cara amable del ser humano se compone de una mezcla de emoción, intuición y razón. Por eso, demasiada reflexión limita nuestra espontaneidad, nuestra autenticidad y todo aquello que es fiel reflejo de nuestra intrínseca humanidad.
Creo que también es bueno abstraerse de la razón y dejarse llevar sin rumbo fijo. Pero no por las corrientes sociales actuales, basadas en el consumo compulsivo y en el seguidismo sumiso a los movimientos de masas. Rotundamente, no, porque eso nos embrutece. Me refiero a dejarse llevar por esa otra corriente que nace desde la esencia más auténtica de nuestra individualidad, que nos recorre, que da forma a nuestra más genuina personalidad y que se desborda en un torrente de rica creatividad. Algo así como lo que hacemos en yoga cuando meditamos, dejando pasar los pensamientos pero sin agarrarnos a ellos, y sin pretender el imposible de dejar la mente en blanco. Solo permitiendo que nuestra auténtica naturaleza surja de lo más profundo de nuestro ser, sin filtros, sin deformaciones y sin obstáculos. Encontrarnos a nosotros mismos, algo tan necesario como el respirar para conseguir ser protagonistas y dueños de nuestra vida.
Yo, que soy un buscador empedernido de los miles de “por qués” que nos podemos hacer, siento el agobio de tanta racionalidad al recoger esta propuesta de no pensar. Y me alivia creer que podré cerrar los ojos por un rato y dejar de buscar, cuestionar, diseñar y programar. Simplemente dedicándome a ser, a experimentar mi humanidad; a dejarme llevar por mis impulsos, a flotar en mi intuición... Y dejarme sorprender por esos sueños olvidados… Y dejar volar la imaginación, y emocionarme con nuevas posibilidades, y recorrer nuevos paisajes…
Y experimentar… Y dejarme llevar… Y experimentar… Y sentir… Y experimentar… Y soñar… Y experimentar… Y vivir…
Y luego, volver a pensar. Porque estoy convencido de que…
“Pensar es como vivir dos veces”
Marco Tulio Cicerón (106 aC – 43 aC)
P.S.: Resulta curioso, y hasta cómico, comprobar cómo un reclamo para no pensar haya dado lugar, contrariamente, a tan profunda reflexión.
Emilio Muñoz
Cosas del más acá
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(original autentificado)
(por Ólafur Arnalds)
Porque para los seres pensantes es imposible, aún cuando soñamos y nos dejamos llevar.
ResponderEliminarPorque...
De dónde vienen los sueños y la incansable búsqueda de los soñadores???
Abrazotes, maestro
Primero el sentir, fruto del sentir y cómo sea éste surgen los distintos pensamientos.
ResponderEliminarSi aportan algo, como el tuyo, es un bonito regalo de tu sentir vibrante.
:)